En los territorios españoles, durante el reinado de Felipe II, se decía que nunca que se ponía el sol. Cuando se ocultaba por el oeste ya había vuelto a salir por el este.
Como el Imperio Español estaba extendido en ambos Hemisferios, el este y el oeste, el movimiento de la Tierra alrededor del sol provocaba ese fenómeno.
Los dominios de Felipe II, cuando los heredó de su padre Carlos V, eran:
- Europa: La Península Ibérica, Italia (Nápoles, Sicilia, Cerdeña y Milanesado), Países Bajos (Holanda y Bélgica)
- África: Orán, Bujía, Túnez, Melilla, Islas Canarias.
- Insulindia: Filipinas
- Oceanía: varios archipiélagos de la Micronesia.
- América: Desde México hasta el Río Paraguay y el Plata.